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Mi Nube

Aquellas cosas que no merecen la pena

Hoy no me he atrevido a volver andando a casa. Temía que mis pensamientos se me comiesen. He esperado a que llegaba el autobús de las chicas con las que he ido hacia la parada; y a lo tonto a lo tonto he tardado casi casi lo mismo que si hubiera vuelto a pata. Pero al menos estba acompañada; y no he caído en la tentación de darle vueltas y vueltas a un tema que no merece la pena.
Generalmente, me gusta darle vueltas a la cabeza. No entendí cuando el profesor de Tai-chi (bueno, sí, Chi-kung, ya lo sé) nos dijo que al final se podía lograr estar sin pensar: que el estado habitual fuera no pensar y pensásemos sólo cuando teníamos un problema que resolver: yo entonces no entendí para qué narices quería no pensar; si en mi opinión esta es la gracia de ser un ser humano: el poder pensar y darle vueltas a la cabeza. Y lo sigo pensando, por supuesto.

Sin embargo... Es cierto que a veces no hay que pensar tanto. Es cierto que a veces no hay que darle tantas vueltas a la cabeza. Esto se da cuadno esas vueltas y vueltas te crean una fustración; un malestar. A veces esto se da por uan causa conreta, y el sufrimiento es normal e insalvable (aunque, eso sí, es apaciguable); pero hay veces en las que ese problemas nos lo creamos nsotros mismos. Somos tan idiotas que nos creamos necesidades; a la par que nos hacemos preocuparnos por cosas que no merecen la pena..
Estoas son los sufrimentos que más deberíamos evitarnos; sin embargo, y como siempre "es muy fácil decirlo y muy dificil hacerlo".

... habrá que hacer un esfuerzo. Lo haré.

2 comentarios

enmipellejo -

En todo caso, en esta vida, vale más pensar dos y tres veces las cosas, que confiar en el instinto o en la suerte. Y quien no piense así, es que carece de capacidad de reflexión.
Ánimo con las preocupaciones. A veces es bueno contar con los demás, si no para desahogarse, para consolarse con la compañía de los otros.

marcos -

cierto... muy cierto... a veces no hay que pensar tanto... besos